Amplio
Inmensamente infinito
es el descuido
de andar amando por ahí
Mujer de pocos ojos
diste a la vida
nada
Cumpliste promesas de pasiones clandestinas
Miraste los dedos del ladrón
Corriste
Echaste tu ser de intrépidos pensares
al diablo inexistente de fuego y odios
Ingenuidades
atropellan a tu hermana
¡¡Libiah, Libiah!!
No escucha
Se durmió
Calmaste tus ansias de por fin
verla muerta
¡Cuántos suicidios se escabullen en tu frente!
Mastican los ojos
verdades intrusas
cegadoras de hielo y ardor
“Los cien sentidos secretos”
no te pertenecen
son de Libiah:
vengadora prehistórica
quien todavía no te ha dicho
que es ella
la vecina que usurpa tus flores
Todas las mañanas
antes de levantarse
Julieta Sanchez