Llueve el bosque
aprieta
con su densidad
y el colectivo ruge
como león
que abre camino.
Allá lejos un hombre
levanta su cabeza y hace el gesto
de siempre
saluda
a la nada
al colectivo
a nosotros
respondo
y me pregunto porqué
como un espejo
tan natural como el aire
¿es el contexto?
¿la soledad?
¿la posible nada que somos?
Los camineros también saludan bajo sus cascos
naranjas hay una mirada, una mano que deja piedras y sube
un instante, el instante del otro
ese otro que existe un segundo
en el camino, en medio del trabajo
en medio de la lluvia
los arrieros
campesinos de a caballo
también
saludan
un gesto
un mundo
que rebota
Natalia Belenguer